Es común ver como muchos propietarios que vivían en casa, al cambiarse a un departamento, cursan con el gran problema del qué hacer con su perro. Muchos creen que la palabra “departamento” es incompatible con la palabra “mascota”, por lo que es aquí el momento cuando comienza a ser un tema el qué hacer con la mascota (reubicación), o lo que es peor: el abandono.
En este artículo pretendo mostrar que mientras le dediquemos tiempo a nuestra mascota, perfectamente podremos vivir con ella en un departamento y, además, adecuarla a nuestra nueva vida, sin tener la necesidad de regalarla o abandonarla.
Al igual que para nosotros, una nueva casa es un nuevo territorio, lo que involucra nuevos olores, ruidos, etc. Por esto no es extraño que nuestro perro esté en un proceso de exploración del nuevo lugar, y quizás un poco más nervioso e intranquilo los primeros días. Es fundamental que en el nuevo hogar se conserve su cama y sus juguetes, para que así el cambio no sea tan abrupto, por lo menos en una primera instancia.
Existen algunas herramientas en el mercado que nos pueden ser útiles para hacer este cambio lo más ameno posible. Algunos de estos son: musicoterapia, aromaterapia, flores de Bach, juguetes rellenables con comida, entre otros, los cuales pueden mantener al perro entretenido y ayudar a afrontar el cambio de mejor manera, así como también para enfrentar nuevos horarios o largos periodos de soledad.
Si en nuestro antiguo hogar no teníamos la costumbre de sacar a pasear a nuestro perro, ya sea porque tenía patio u por otro motivo, es muy importante que en este nuevo cambio no olvidemos agregar a nuestra rutina diaria el salir con nuestro perro, ya que éste es uno de los puntos clave para disminuir el estrés que implica un cambio de lugar, así como también la adaptación a nuevos horarios y rutinas que conllevan el pasar de una casa a un departamento.
Por último, el cambio de casa puede ser una buena instancia para modificar ciertos comportamientos que no eran gratos en el antiguo domicilio, ya que podremos fijar los lugares donde queremos que esté, donde haga sus necesidades y también donde no queremos que entre o se suba, entre otras cosas.
Constanza Stuart C.
Médico Veterinario – Etóloga
Entrenadora de animales de compañía
Directora Ejecutiva CICAN